En todo proceso democrático, para un voto razonado y consciente es importante no sólo el candidato y sus promesas cuentan: el equipo que lo rodea que nos revela el gobierno que se avecina en caso de un eventual triunfo electoral. En el caso de Joaquín Díaz Mena, la oferta del partido Morena a la gubernatura de Yucatán, esto cobra la mayor importancia pues su cuarto de guerra está conformado principalmente con políticos del grupo de la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco con un pasado lleno de corrupción y los oscuros intereses de la llamada mafia inmobiliaria peninsular.
Encabezando esa lista de innombrables, que deberían estar en la cárcel y no en la política por despojar a los mexicanos (y, en especial, a los yucatecos y quintanarroenses de sus tierras, de su patrimonio y su erario) se encuentra como coordinador general de la campaña a la gubernatura Luis Antonio Hevia Jiménez, quien nació en la grilla estudiantil en sus años mozos como porro de la desaparecida Federación Estudiantil Yucateca y escaló puestos de poder siempre en el PRI, hasta infiltrarse en el partido guinda.
Con acusaciones de corrupción en su paso por el sector público, logró un enriquecimiento inexplicable con una fórmula sencilla: la obra pública. Así, como delegado del ISSSTE consiguió que sus cercanos se encargaran de la construcción de un nuevo hospital de esa dependencia federal, en el Periférico Poniente, y como coordinador priista del Congreso repitió la fórmula con la nueva sede del Poder Legislativo local, siempre en el mismo rumbo del anillo periférico.
Soberbio y altanero como su mentor político, el veterano cerverista Orlando Paredes Lara,Luis Hevia es un incondicional de Ivonne Ortega, es un político sin palabra, con inclinación natural al dinero, con pésimos resultados como estratega electoral, como lo demostró en 2021, cuando fue el coordinador de la campaña del PRI a la alcaldía meridana, con otro chapulín, el senador neomorenista Jorge Carlos Ramírez Marín, quien lleva en su haber una desastrosa derrota, la peor del tricolor, frente al panista Renán Barrera Concha.
Con él, iniciamos una serie de entregas sobre el primer círculo de Díaz Mena, para que nuestros lectores tengan una idea de cómo se cierra un pacto de corrupción y pestilencia política, que es la oferta de Morena para Yucatán el próximo 2 de junio.