Edgar Prz
Estamos a mes y medio que la -XVI Legislatura del Estado cumpla su primer año del ejercicio y su discretísima labor de varios claroscuros que casi rayan en la opacidad es el sello que la distingue. Después de ganar la elección con una mayoría abrumadora aprovechando la estela de popularidad de Amlo. Se pronosticaban cambios en la manera de hacer política, más regulación y menos desmanes, un riguroso control en la operatividad de las distintas áreas del gobierno.
Tenían puntos a favor y también en contra; algunos muy contados ya participaban de manera activa en la política como regidores, los menos ya habían sido diputados y se daban el lujo de repetir, la mayoría con la modestia de su trabajo u oficio, hasta amas de casa resultaron afortunadas. Este era el catálogo presentado ante sociedad. Al acercarse el mes de Septiembre sufrieron una metamorfosis personal, cambiaron sus hábitos de belleza, de frecuentar peluquerías ahora son estéticas, de acudir a sus sastres y modistas ahora es Liverpool, Palacio de Hierro, dejan de usar chanclas ahora son tenis, abandonan su hábito de comprar sus zapatos en Tres Hermanos y ahora son de catálogo, mínimo.
Todo se transforma hasta su carácter y se vuelven más benevolentes con sus familiares y vecinos. Esta fotografía no es privativa de los legisladores también los regidores que integran los cabildos sufren esta repentina transformación. La fortuna tocó a sus puertas, cosa que muy pocas veces sucede. Cambiaron su ropaje pero no su intelecto, su limitado campo de razonamiento no sufre alteración alguna y se deja ver en sus insípidas participaciones en tribuna y en comisiones.
La designación de su primer Coordinador aparentemente fue de unidad,-pero- causó escozor y generó una incubación de encono entre los “ verdaderos y los genéricos”, a grado tal que a los pocos meses lo destituyen y eligen a una nueva Coordinadora que ha sufrido más embates que el faro de Punta Herrero. Se ha aferrado al cargo con todas sus uñas, se amarró a la puerta, puso trancas y en plena Pandemia cerró el Congreso y cesaron las actividades legislativas.
De manera esporádica trabajan algunos en la Comisión Permanente y los demás diputados están disfrutando de su jugosa beca de tres años. Total, la suerte debe acompañarse siempre de una buena dosis de locura. La dieta mensual que reciben no está nada despreciable, incluye viáticos, apoyos legislativos, gestoría y su salario. Con decirle que con dos meses de esta “raquítica “dieta pueden comprarse un carro nuevo.
La mayoría lo adquiere -piensan- que es símbolo de poder. Rematan su viejo Tsuru o su envejecido Volkswagen para adquirir su Lobo o su Cheyenne del año. ¡¡Quien los viera¡¡. Ante este escenario la sociedad se siente frustrada, de nuevo fue engañada, jugaron con sus sentimientos y ya ni lamentarse es bueno, solo queda esperar la próxima elección para tratar de enmendar su error.
Durante estos meses de encierro y de Pandemia, con los dedos de la mano se pueden contar quienes recorrieron sus distritos, quienes gestionaron recursos, quienes dieron la cara a sus electores, quienes se pusieron la camiseta y sobran dedos. Recordemos que algunos;15 tienen distritos y los otros 10 vinieron de obsequio en el paquete. Resulta bastante oneroso el gasto y el costo que se paga por mantener a estos artistas del Congreso, ante la estrechez financiera, los recortes, la baja recaudación fiscal urge, de urgencia que desaparezcan los plurinominales en todos los niveles.
Lozoya está exhibiendo los moches que se repartían para aprobar reformas y no cree usted amable lector que sigue sucediendo lo mismo en los Congresos locales? Cuanto se derrocha en donativos extras por cada aprobación? Es justo que ante la pobreza andante existan cada tres años nuevos ricos? Será que cobran bien porque están bien capacitados? Ojalá alguno de ellos nos enumeren los cerros de beneficios que han aprobado y de los cuales estamos disfrutando. En fin, la historia los señalara. Mientras esto sucede, seguiré caminando y tarareando al orgullo mexicano, Óscar Chávez “a que le tiras, cuando sueñas mexicano….