Cuidar la salud de las personas adultas mayores frente a las altas temperaturas registradas en los últimos meses, puede evitar que sufran un golpe de calor que ponga en riesgo su vida, por tal motivo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán exhorta a fortalecer las medidas preventivas para evitar complicaciones, sobre todo cuando padecen alguna enfermedad crónico–degenerativa.
Víctor Pérez Rivero, médico geriatra del Hospital General Regional (HGR) No. 1, explicó que en la temporada de calor, las personas mayores de 65 años y más son vulnerables a sufrir deshidratación o un golpe de calor, principalmente por dos factores: uno porque la piel se vuelve más delgada, lo que significa que tienen una menor capacidad para tener agua dentro del cuerpo; el segundo es que el estímulo que nos permite tener una respuesta a la sed en ocasiones disminuye en este grupo de personas, por tal motivo provoca que no tengan la capacidad de reponer el agua de una forma adecuada.
Asimismo, este grupo etario también sufre alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, obesidad o problemas cardiacos, así que tienen mayor riesgo de presentar deshidratación, golpe de calor o choque térmico, estados que afectan las funciones vitales del organismo.
“El golpe de calor o choque térmico requiere atención de urgencia porque son afecciones graves, ya que las complicaciones se presentan de manera súbita, debido a la exposición a altas temperaturas ambientales, actividad física u otras condiciones; lo que altera la capacidad de la regulación de la temperatura corporal poniendo en riesgo la vida”, agregó.
Para identificar que un adulto mayor sufre un golpe de calor, Pérez Rivero enlista algunos signos de alerta: boca seca, piel deshidratada, es decir, si no tiene esa capacidad de turgencia, lo que significa que la piel regrese a su estado normal una vez que la presionamos y, algo muy importante, si se identifica que existe alguna alteración en el estado de conciencia, se debe acudir al área de Urgencias más cercana.
“Ante síntomas como mareos, sudoración, enrojecimiento o sequedad de la piel y mucosa, temperatura corporal de 39 a 41 °C, frecuencia cardiaca y pulsos débiles, dolor de cabeza, alteraciones del estado de conciencia o del comportamiento, es importante que la persona sea llevada a una zona ventilada, fresca y bajar la temperatura con fomentos de agua fría, además de acudir al área de Urgencias para que pueda recibir valoración médica”, dijo.
Algunas recomendaciones:
El doctor Pérez Rivero recalcó la importancia de vigilar constantemente la hidratación de una persona adulta mayor que tenga algún grado de deterioro cognitivo o demencia senil, para evitar que su salud pueda padecer alguna complicación.
Finalmente, reiteró la importancia que, durante esta temporada de altas temperaturas, se cuente con una buena hidratación, ya que esto no solo permite evitar casos de golpe de calor, sino que también ayuda a mejorar el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo, lubrica las articulaciones e hidrata la piel. De igual forma, estar bien hidratados es necesario para no sentirse fatigados y, así poder afrontar el desgaste físico provocado por el trabajo u otras actividades que se desarrollan durante el día.