En círculos policiales trascendió que el actual secretario de Seguridad Pública de Yucatán, Luis Felipe Saidén Ojeda, no continuará un nuevo sexenio en ese encargo. La decisión es ajena a motivos políticos: el poderoso mando de seguridad ya presenta algunos problemas de salud, propios de la edad. No influye en su decisión el hecho que el próximo gobernador emane de Morena, su lealtad a su actual superior el gobernador panista Mauricio Vila Dosal y su respeto a los gobernadores del PRI que lo mantuvieron en ese puesto público.
Tiene 69, 23 años de los cuales ha ocupado la titularidad de la policía con cuatro gobiernos, tres del PRI y uno del PAN. El dinero es lo que menos le preocupa: formó un emporio en el ramo del transporte de pasajeros y del remolque (grúas) y tiene una pensión vitalicia, la cual puede hacer efectiva si así lo considera, apenas termine su gestión como funcionario en activo.
De hecho, ha estado preparando para su sucesión a Alejandro Ríos Covian y al comandante Carlos Flores Moo. Sin embargo, si el asesor de seguridad de Díaz Mena, el ex fiscal Héctor Cabrera Rivero, declina ese puesto, el titular llegaría directo de la capital del país y contará con el visto bueno de los militares.
La imposición de mandos desde el centro podría desencadenar una crisis de seguridad en Yucatán, como ocurrió en Campeche y Quintana Roo, donde también gobierna Morena.
En los corrillos políticos aún está fresco los desencuentros durante la campaña: primero, en un mitin en Kanasín, la hoy presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, sugirió que Saidén Ojeda no estaba contemplado en el proyecto de Díaz Mena, quien lució una gran cercanía con el exfiscal Héctor Cabrera; éste último, tuvo enfrentamientos con el jefe policiaco en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco.
Para calmar el oleaje que armó esa situación, Díaz Mena y Saidén Ojeda terminaron posando “casual” en un crucero, pero el conflicto no paró ahí: medios afines al jefe policiaco difundieron un vídeo de la primera campaña de Díaz Mena a la gubernatura y lanzó fuertes acusaciones de acoso político y espionaje a su familia, y sin reparo acusó a Saidén de ambos delitos.
Además, aunque su hija Jessica resultó diputada federa con Morena, el comandante Luis Felipe no olvida que cuando Luis Omar Saidén Quiroz, su hijo mayor, se vio involucrado en un trágico accidente en el Paseo de Montejo y Díaz Mena, como diputado federal exigió la renuncia de Saidén Ojeda como titular de la extinta Secretaría de Protección y Vialidad (SPV).
En el 2012, cuando Díaz Mena se postuló como candidato por el PAN a la gubernatura, acusó que Saidén Ojeda operó a favor del PRI, para reventar la elección y favorecer a Rolando Zapata Bello, quien resultó ganador de la contienda.
Y este jueves la noticia corrió como reguero de pólvora: en un acto de solidaridad, Luis Felipe Saidén Ojeda confirmó a su primer círculo de colaboradores, su decisión de no continuar como jefe policiaco, a fin que el cambio de gobierno no los tome por sorpresa. Confió a sus cercanos que ya siente el cansancio que conlleva estar al frente de la dependencia más grande del estado. Por salud, necesita descansar.
Lo anterior, aunado a los problemas de salud que ha venido arrastrando, los cuales, incluso, lo llevaron a la consulta de médicos especialistas en Houston, Texas, Estados Unidos.
Díaz Mena ha declarado en varias ocasiones de que invitaría a su gabinete al comandante Saidén Ojeda, sin embargo, según su círculo cercano rechazaría la invitación como lo hizo en el 2001, cuando Patricio Patrón Laviada lo invitó a su equipo, en esa ocasión su renuncia fue por lealtad al PRI y a Víctor Cervera Pacheco.